Fuente: Obra Social de La Caja de Canarias.
Las Palmas. 24-2-2011. Un airbus 321 volando entre las nubes da comienzo a una exposición cargada de emoción, paisajes espectaculares, como las cascadas de los fiordos en Noruega, o el parque nacional de Brecon Becons en Inglaterra, arquitectura y paisajes urbanos de las grandes urbes como Manhattan, Seul, Tokio u Osaka desde una perspectiva nunca visto antes, Robots que mienten como humanos y sin olvidarnos de las personas que son retratadas sin artificios y algunos casos envueltas en medio de multitudinarias manifestaciones - son algunas de las fotografías protagonistas de ‘Cuadernos de viaje’ exposición del cineasta Damián Perea Lezcano que se puede visitar a partir del 24 de Febrero en el Centro de Iniciativas de La Caja de Canarias (CICCA).
Cuadernos de viaje’ condensa en imágenes diez años de viajes que el director de cine de animación, Damián Perea Lezcano, ha ido realizando por diferentes países en festivales de todo el mundo. Como si de escenarios de películas se tratase, la Muestra recoge un tipo de fotografía de inspiración cinematográfica en un recorrido que nos permite visitar - al menos visualmente - más de 10 ciudades ( Paris, Londres, Roma, Ámsterdam ,Seul, Tokio, berlin, Nueva York,Trondheim, Malmö) a través de sus 68 obras, cuyo hilo conductor es la relación existente entre la fotografía, la visión cinematográfica del autor y sus viajes, acercándonos a su lado más emotivo, íntimo y personal.
La muestra patrocinada por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y con la colaboración de la Obra Social de La Caja de Canarias, producida por pereaproducciones se inaugura hoy jueves 24 de febrero a las 20:00 horas.
Damián Perea Lezcano es miembro de la Academia Europea de Cinematografía y compagina su trabajo como director y productor del Festival Internacional de Cine de Animación, Efectos Especiales y Videojuegos - Animayo, con trabajos fotográficos y producciones de cine y publicidad.
Para ver las fotos:
http://www.damianperea.com/
BIOGRAFÍA
Su primer contacto con el cine fue cuando tenía tan sólo 3 años. Sentado en la primera fila y con los ojos abiertos de par en par, casi sin pestañear, veía por primera vez “La Guerra de Las Galaxias”-miles de imágenes que lo transportaban a un mundo emocionante y desconocido. Años después vió en pantalla grande “Indiana Jones”.
Al salir del cine preguntó a su padre quién había hecho aquella película: “Steven Spielberg,”, dijo. “¿Y quién es ese?”, preguntó. “Un director de Cine”, respondió pacientemente. “Pues yo quiero ser director de cine”... Fue a partir de entonces que supo a qué quería dedicar su vida...Años después, mientras compaginaba sus estudios, dedicaba todo su tiempo libre a realizar cortometrajes con guiones improvisados y un puñado de amigos.
Aunque en su familia nadie tenía relación alguna con el mundo cinematográfico, sí creció rodeado de fotógrafos y cámaras por todas partes. Sus tíos eran amantes de la fotografía, unos se dedicaron profesionalmente a ello y otros la han tenido siempre como medio de expresión artística. La cercanía de esta última y su pasión por la imagen hizo que aprendiese a combinar perfectamente estas dos artes creando para ellas lenguajes complementarios a través de la fotografía en movimiento.
Así, con poco más de veinte años realizó su primer cortometraje de animación con técnica stop-motion, una técnica consistente en aparentar el movimiento de diferentes objetos o personajes estáticos capturando fotografías. Y de esta forma, fotograma a fotograma con una Bolex de cuerda de 16 mm. y más de 3.000 fotos tomadas, fue como realizó su primer cortometraje de animación, el primero hecho en Canarias, “Podría ser Peor” (1999), por el que estuvo nominado a los premios Goya y con el que obtuvo numerosos premios y menciones especiales en festivales de todo el mundo como en el Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, Sitges International Film Festival, Festival Internacional MadridImagen o Mostra de Portugal, entre otros.
Dos años después fue el ganador del concurso organizado por el Ministerio de Economía y Hacienda del Gobierno de España para realizar la Campaña del Euro, con una maqueta realizada en animación en plastilina de la familia “Los García” (2001), convirtiéndose así en el director de animación de la prestigiosa campaña, cuyo propósito era el de acercar a todos los españoles la, por aquel entonces, recién estrenada divisa europea.
Esta nueva incursión cinematográfica trajo consigo nuevos reconocimientos como el “Premio Joven Canarias” otorgado anualmente por el Gobierno de Canarias a los jóvenes emprendedores y “Premio Canarios del Mundo” concedido por el diario El Mundo y enmarcado dentro de los premios a las artes audiovisuales.
El éxito internacional de estos y sucesivos trabajos como “Locos por el Cine” (2003) por el que estuvo seleccionado en festivales como los de Alemania, Italia, Holanda, Francia, Letonia, Corea, Japón o Nueva York; unido a sus trabajos como realizador
y director de spots de publicidad o como profesor en master class en Berlin y en prestigiosas escuelas como la del Pratt Institute de Nueva York, le han hecho estar en permanente vuelo y contacto con otros países.
Actualmente es miembro de la Academia Europea de Cinematografía (EFA) y compagina su trabajo como director y productor del Festival Internacional de Cine de Animación, Efectos Especiales y Videojuegos- Animayo (cargo que ostenta desde hace 4 años), con otras producciones de Cine y trabajos más personales como su película Año Cero (una película a la que ha dedicado gran parte de su vida) o sus fotografías, un mundo en el que empieza a abrirse camino.
El Cine y la Fotografía
La relación entre fotografía y cine es la relación entre dos grandes artes que evolucionan de la mano y que se complementan. La Iluminación, el tipo de óptica que se utiliza, el encuadre, el color, la textura, el ambiente y la escenografía tienen una importancia determinante en el acabado final de una película.
Podríamos decir que el cine siempre ha estado pendiente de la fotografía. Muchos directores de cine actuales se han interesado antes por la fotografía que por el cine, mientras que otros muchos hacen fotografías durante los rodajes como un recurso añadido a su trabajo para intentar captar fragmentos que les permita expresar algo muy concreto.
Tanto el fotógrafo como el director de cine sienten la necesidad de conectar con otras personas y compartir su universo, siendo la imagen su vía para conseguirlo.
Cuadernos de Viaje
“Cuadernos de Viaje” condensa en imágenes 10 años de viajes que el autor ha ido realizando por diferentes países en festivales de todo el mundo.
La Muestra recoge un tipo de fotografía de inspiración cinematográfica en un recorrido que nos permite visitar- al menos visualmente- más de 10 ciudades a través de sus 60 obras, cuyo hilo conductor es la relación existente entre la fotografía, la visión cinematográfica del autor y sus viajes, acercándonos a su lado más emotivo, íntimo y personal.
Su capacidad de entender la oscuridad y de crear un universo creativo en todo lo que ve, es lo que le permite captar la luz, el color y el encuadre, de la forma que lo hace. Gracias a esta, su primera exposición, podemos ser partícipes de esos flashes íntimos que forman parte de su historia y que componían año a año la parte más visual de los cuadernos de viaje de Damián Perea.
Su pasión por la fotografía ha ido surgiendo poco a poco como una herramienta que utilizaba con la finalidad de crear fondos o encuadres curiosos para sus películas: “Aún no sabría describir en qué momento pasé de tener una visión puramente amateur a un enfoque más profesional, pues es precisamente esta visión relajada que ofrece la fotografía amateur la que no me gustaría perder nunca”. “En la fotografía me siento libre, desaparece la presión que en cierta medida da el cine, que es mi profesión, y esto hace brotar mi creación más íntima”
Con la visión virgen y atenta presente en toda primera vez, ha deambulado y explorado los rincones menos turísticos e insospechados de cada ciudad. Empezó a jugar a ser fotógrafo acompañado de su compañera Minolta XI, una cámara compacta y versátil que le permitía llevarla siempre en su bolsillo a cualquier hora y en cualquier parte. Con ella consiguió fotografiar situaciones que difícilmente hubiese podido captar con otro tipo de cámara:
“Recuerdo esa cámara como mi primer juguete. Con ella obtuve las fotografías más frescas e intuitivas, bastaba con estar en el momento justo y mi imaginación hacía el resto. Me gusta imaginar acciones en cada foto y con esa pequeña cámara no tenía que preocuparme de más” “Voy a incluir en la exposición algunas de esas fotos que aún sin ser de gran tamaño resultarán muy interesantes.” “Para mí, el trabajo más duro ha sido el de tener que seleccionar entre cientos de fotografías, pues ha sido como dejar atrás parte de mi historia”.
Y es cierto, muchas de las fotos de este autor recuerdan al escenario de una película. Al sumergirnos en ellas nos inunda la sensación de que alguien va a irrumpir repentinamente en escena; y esto se mezcla con la sensación paralela de estar adentrándonos en su universo personal. Y esto posiblemente es lo que diferencia su obra.
Ahora lo vemos viajar con una maleta de 2 kg y un enorme trípode. “La exigencia de calidad va en detrimento de los dolores de espalda. Mi terapeuta de Shiatsu está encantada con mi nueva profesión”, pero aunque su carrera ha crecido exponencialmente, sigue manteniendo esa mirada de niño rebosante de curiosidad, admiración por los pequeños detalles y entusiasmo que convierten su fotografía en algo mágico.
¿Están preparados para este viaje?